Ceremonia Civil

Ceremonia civil

¿Estáis decididos a daros el Sí Quiero?

¡Enhorabuena!, habéis decidido uniros en matrimonio y empezar vuestra vida juntos. Estaré encantada de acompañaros en la organización de un día tan especial en vuestras vidas, un día que simboliza un proyecto en común y que representa, al mismo tiempo, el acto de comunicación más importante que dirigiréis hacia vuestro entorno social (familiares, amigos, conocidos, etc.).


Os recuerdo que la boda será como vuestra tarjeta de visita, con la cual transmitiréis, entre otras cosas, vuestra imagen, vuestro estilo y vuestra forma de ser como pareja: ”Juntos somos así y esta es nuestra forma de hacer las cosas”. Por lo tanto, conviene mimar todos los detalles con el máximo cariño y dedicación para obtener un resultado triunfal.

¿Civil o Religiosa?
Supongo que juntos habréis decidido el tipo de ceremonia que más se adapta a vuestras ideas: Civil o Religiosa.

A todos aquellos que habéis pensado que una Ceremonia Civil es fría y sin encanto, os desvelo las claves que os harán conseguir una boda cuidada y llena de detalles que vuestros invitados no olvidarán.
A los que hayáis elegido la Ceremonia Religiosa os ayudaré con respuestas a preguntas como ¿Dónde celebraremos nuestra ceremonia religiosa?, ¿Qué tendremos que elegir primero, la Iglesia o el sitio para el banquete?. Os espero, ¡no falléis!.

La cereomonia civil
Lo que necesitáis saber y decidir antes de dirigiros al registro civil
¿Os casáis por lo civil? ¡Estupendo! Pero no penséis en una boda civil fría e impersonal. Con un poquito de dedicación, hoy en día se puede conseguir una boda muy cuidada y emotiva.
El primer paso es definir dónde queréis que se desarrolle la ceremonia; elegid la opción que más se adapte a vuestra forma de ser y a vuestro estilo de vida. Todo debe ser natural y coherente para que el resultado sea realmente brillante.

Os propongo 3 opciones diferentes de ceremonia:

1. Ceremonia en un pueblo
La primera opción será perfecta si os gustan las cosas sencillas, naturales y tal como son. Si buscáis un pueblo bonito (mejor si está relacionado con la vida de alguno de vosotros) podéis conseguir una boda muy entrañable.

Una de las grandes ventajas de casarse en un pueblo es que casi siempre tenemos a disposición la placita del Ayuntamiento donde, si el tiempo lo permite, podemos saludar y agradecer su asistencia a todos los que van a compartir el acto de la ceremonia con nosotros.

Solicitad en el registro civil que os dejen decorar la sala con flores, alfombra, candelabros, llevar música, etc. De este modo crearéis un ambiente acogedor y emocionante que sorprenderá.

Una idea especial y diferente podría ser la de ofrecer un brindis informal a la salida, en la plaza del pueblo, aunque sea en copas de usar y tirar. Para dar este servicio, hablad con el bar o mesón más cercano: seguro que os ayudan a servir una copita de cava o jerez.

Algunos ayuntamientos tienen sistema de megafonía a través del cual podréis poner música con el permiso correspondiente. En los pueblos más pequeños por lo general es todo más fácil ¡y especialmente si os conocen!. Aprovechad estos detalles... y no olvidéis ofrecer una copita a los que pasen por la zona, el pueblo entero se volcará con vosotros.
De allí, nos dirigiremos al restaurante o finca para el banquete.

2. Ceremonia en la ciudad
Si queréis una boda cuidada, un poco más sofisticada y amáis la ciudad, no lo dudéis, en las grandes ciudades encontraréis respuestas preparadas para atender las mayores exigencias. La ceremonia civil también puede ser bonita siempre que nos esforcemos en visitar las diferentes Juntas de Distrito para seleccionar la que más nos guste y que mejor se adapte a nuestro estilo. Intentad personalizar la sala, averiguad qué adornos llevará y si se puede ampliar su decoración.
Aquí os casará un concejal. Hablad con él, puesto que es posible que os dejen completar su protocolo con música para la entrada de los invitados y los novios. También podéis solicitar que antes de leer los artículos del código civil puedan pasar la palabra a algún familiar o amigo que desee leer una poesía (de amor, por supuesto), o dirigiros algunas palabras. Preparadlo con anticipación y conseguiréis una ceremonia muy emotiva. En este caso, el brindis con los invitados lo realizaréis en el sitio donde celebréis el banquete.

3. Ceremonia en el mismo sitio que el banquete
La tercera opción, cada vez más en auge, es la más cómoda para los invitados. También, facilita el desarrollo de un protocolo muy personalizado, es decir llevar música en directo, decorar a nuestro gusto el sitio para obtener una ceremonia diferente y única.

Seguramente, todas diréis “¡Ésta es la boda que me gusta!”. Es verdad, pero este tipo de ceremonia tiene un truco (que sólo vosotros debéis saber ¡no difundirlo!): cuando llevéis los papeles al registro civil, cogeréis cita para firmar el casamiento unos días antes al día elegido para la celebración.

Es posible que el mismo juez o, en su defecto, otra persona que sepa desarrollar la ceremonia, os “case” de nuevo junto a vuestros invitados en el lugar elegido.

En este caso, os recomiendo que acudáis a una empresa especialista en Organización de Bodas para asesoraros y ayudaros en el desarrollo del protocolo: os proporcionará al posible “juez”, situará la música que os gusta en el momento perfecto, os facilitará lecturas, os ayudará en la decoración, os organizará la entrada y la salida de los invitados y de los novios. En fin: hará que vuestra boda sea una boda perfecta. En todos estos casos, a la salida, aceptad la clásica lluvia de arroz, los románticos pétalos de rosa o para los más modernos, los papeles de seda o serpentinas especiales de color blanco que darán un toque original a las perdurables fotos. Con este gesto, los que os rodean os desearán felicidad, fertilidad y alegría

mujer.terra.es

Fotografía propiedad de Digitalboda

No hay comentarios: